viernes, 19 de febrero de 2010

terrible me dije, terrible.no me estoy haciendo más y más calmado cada mañana, ni me estoy despreocupando demasiado por nada.los vicios ya ni llaman a la puerta, los puños dejaron de funcionar hace mucho tiempo, la ley del más armado, la de almas blancas con banderas negras a la libertad, y al mar.que nadie asi sabrá cuantagentefalta si los niños que lloran a sus padres resignados con el fango de su propio parto no callasen.
imagino ahora que soy todas mi condiciones físicas, desquiciandose a la vez, y mi vecino sin apenas habla grita y grita y grita y se pierde entre escaleras y mudanzas.
tengo una voz clavadita en la cabeza.
no quiero imaginar la droga hunde a muchos valientes.sal, de mar, de cuando fui pirata y volví sano y salvo a casa.clavada en la cabeza:

2 comentarios:

Anónimo dijo...

porfin...(...) si

Elvira dijo...

Un texto realmente estremecedor. Sigue así, no dejes de escribir.