martes, 2 de junio de 2009

la masculina espalda de tus masculinos instintos no entra por la puerta que han creado para entrar en el lugar donde todo lo delicado, femenino, y sensible está a salbo, y acabamos viviendo con miedo, respetando baremos que nos acen sentir limitados, y haciendo de lo inimitable algo rastrero, extremista, y marginal.
si pudiese pensar en el espejo desde fuera de la sociedad, victor, yo tampoco creo que me reconociese, dentro de lo posible, y cabando cabría sin problemas.
No somos más que el polen que nos fumamos dijo el ser humano colocado, y se fue tan pancho, alegre de haber podido pillar, triste por fuera; evadirse entonces no tendria el sentido que hubiese cobrado al ser evadido.
más o menos.

1 comentario:

la ruvia dijo...

más menos que más
que ahora te llamo
que no sé de tus acordes y ya te extraño- sara tiene mis colores (los del estuche del playmovil tú sabes, y estoy como si me faltara el dedo índice o algo; no sé señalar sin pinturas)
llevamos cuatro cosas mu tontas mu tontas, y el otro día me pasó que no quería música (tú te cres, con la crisis en plena carrera)
besos a los dos
cuanta nena suspirando.. madre mía